Jacques-Louis David fue un influyente pintor francés, nacido en 1748 y fallecido en 1825, conocido como uno de los principales representantes del neoclasicismo. Su obra se caracteriza por su rigor académico, su atención al detalle y su capacidad para transmitir emociones a través de la composición y el color.

David alcanzó la fama con obras como «El juramento de los Horacios», que captura un momento dramático de sacrificio y patriotismo, y «La muerte de Sócrates», donde se representa la integridad moral y la tragedia. Sus pinturas a menudo abordaban temas históricos y mitológicos, reflejando los valores de la Revolución Francesa y la búsqueda de la verdad y la virtud.

Además de ser un innovador en la técnica, David fue también un importante retratista, capturando a figuras prominentes de su tiempo, incluyendo a Napoleón Bonaparte, a quien retrató en varias ocasiones. Su estilo influenció a generaciones de artistas y ayudó a establecer el neoclasicismo como un movimiento dominante en la pintura europea.

Fallecido en 1825, Jacques-Louis David es recordado como un maestro del arte, cuyas obras no solo reflejan la época en que vivió, sino que también continúan inspirando a artistas y amantes del arte en la actualidad.